lunes, 25 de junio de 2007

Segundo examen de Orientacion Vocacional II (CUEC)

REALIZA UNA PARÁFRASIS DEL SIGUIENTE TEXTO

EL REY MIDAS



Midas, rey de Frigia, región de Macedonia, que, llevado por su codicia, convertía todo lo que tocaba en oro. Hijo de la diosa Cibeles y discípulo de Orfeo, se le representa lleno de riquezas y provisto de orejas de asno. Esta leyenda ha llegado hasta nosotros; se ha convertido en un cuento conocido universalmente; sin embargo pocos conocen que ya hace dos mil años fue escrito por un poeta latino del siglo I a. C., Ovidio, en sus Metamorfosis, aunque su origen proviene de muchos siglos anteriores.

El dios Baco, dios del vino y de las fiestas en que este licor suele consumirse, llegó en su vejez a la región de Frigia con sus habituales acompañantes, los sátiros y las bacantes. No había acudido, sin embargo, su educador, Sileno, a quien los antiguos le presentan como un borracho montado en un asno. El exceso de vino y los años hicieron al dios tambalearse en el suelo, de donde fue recogido por unos habitantes de la región; estos le condujeron junto a su rey, Midas, iniciado anteriormente en sus cultos. Durante diez días se celebraron en la región fiestas en su honor.

Para congraciarse más todavía con el dios, Midas trae de Lidia, región vecina a Tracia, a Sileno. Baco le dijo: "Pídeme el favor que tú prefieras, yo te lo concederé". Midas respondió insensatamente: "Haz que todo lo que yo toque con mi cuerpo se convierta en resplandeciente oro". El dios se lo concedió, aunque lamentó que no fuera la mejor elección por parte del rey.

Gozoso, el rey probó el don otorgado por Baco con una verde rama de una encina; al instante ésta se convirtió en oro; mientras caminaba, repitió lo mismo con una piedra, un pedazo de tierra, unas espigas del camino, la fruta de unos árboles, el agua de un riachuelo cercano al camino; obtuvo el mismo resultado: todo adquiría el color dorado. Su alegría era cada vez mayor, era el más rico del mundo.

Su alegría, no obstante, no duró mucho; tan pronto como intentaba comer manjares o fruta de los árboles, éstos se convertían en oro; lo mismo sucedía con el agua cuando quería beber para calmar su sed. Espantado por las consecuencias de su elección, quiso escapar de sus riquezas; lo que antes había anhelado ahora lo odiaba. Rogó al dios Baco que le quitase el poder concedido. Este le ordenó: "Ve a Sardes, ciudad de Asia Menor, sube hasta el lugar de nacimiento del río Pactolo, sumerge tu cabeza en el manantial y lava su cuerpo con su agua". El rey penetró en el agua, conforme a lo ordenado por el dios y su poder desapareció; desde entonces el río tiene color dorado por la existencia de arenas auríferas. De este modo Midas se vio privado del antiguo privilegio, que le había hecho tan desgraciado.
El rey Midas traspasó su residencia a las selvas en donde habitaba el dios Pan, dios protector del ganado, frecuentando las cuevas de los montes cercanos. En estos lugares Pan hacía ostentación de sus cantos ante las tiernas ninfas que allí se hallaban; su orgullo llegó a tal extremo que se atrevió a retar al mismísimo Apolo, dios olímpico de la música.
En este certamen musical, el dios Pan fue el primero en tocar su rústica flauta y con sus rudos cantos encantó a Midas, que se encontraba ocasionalmente allí. Después le tocó el turno a Apolo, que hizo sonar perfectamente su hermosa lira. El juez, Tmolo, dio la victoria al dios olímpico; lo mismo hicieron los demás jueces. Únicamente el necio rey Midas se atrevió a censurar su decisión y se inclinó por la victoria del dios Pan.

Apolo no toleró la afrenta del rey Midas; su venganza consistió en cambiar las orejas humanas del rey por las propias de un asno, llenas de pelo blanco, para que fuesen bien visibles a todos. Avergonzado por esta anomalía física, cubrió sus orejas con un gorro frigio.

Solamente su barbero conocía este defecto; como era normal en las relaciones entre un rey y su vasallo, el rey le obligó a mantenerlo en secreto, amenazándole, en caso contrario, con darle muerte. El barbero se debatía en un dilema: el temor a incurrir en la indignación del rey le impedía revelar el secreto, pero tampoco su ánimo estaba dispuesto a ocultarlo durante mucho tiempo públicamente. Así pues, cavó un agujero en el suelo y le dijo en voz baja lo que había visto, las orejas de asno del rey; al instante lo cubrió con tierra y se alejó del lugar. Un espeso bosque de cañas comenzó a crecer allí; cada vez que estas eran zarandeadas por el viento, producían un zumbido que repetía: "el rey Midas tiene orejas de asno". Se dice que, avergonzado de que se le conociese su deformidad, se quitó la vida bebiendo sangre de toro.

martes, 12 de junio de 2007

FELIZ DIA DEL PADRE

El padre
de Héctor Gagliardi


Oye negra, ¿Te puedo hablar?
ya los chicos se han dormido
Asi que, así que deja el tejido que después te equivocas

Hoy te quiero preguntar
Por qué motivo las madres amenazan a sus hijos
Con ese estribillo fijo de ¡Ah, cuando venga tu padre!

Y con tu padre de aquí y con tu padre de allá
Resulta de que al final al verme llegar a mí
Lo ven entrar a Caín y escapan por todos lados
Y yo, que vengo cansado de trabajar todo el día
recibo de bienvenida una lista de acusados

Tú empiezas con tus quejas y yo tengo que enojarme
Igual que hacía mi padre al escuchar a mi vieja
Entraba a fruncir la ceja apoyando a ese fiscal
Que en medio del temporal se erigía en defensora
Lo mismo que tú ahora que siempre me dejas mal

Si los perdono, ¡que ejemplo! ¡es así como los educas!
Si los castigo, ¡eres bruto! ¡no tienes sentimientos!

A mí, a mí que llegué contento
y no tuve más remedio
que poner cara de serio
Y escuchar tu letanía

A mí, a mí que me paso el día
pensando en jugar con ellos
yo sueño en llegar a casa y olvidarme felizmente del trabajo
de la gente y de todo lo que pasa
Los hijos son la esperanza
y el porqué de nuestras vidas
Por eso nunca les digas ¡ah, cuando venga tu padre!
No quiero encontrar culpables
quiero encontrar alegría
que no me pongas de escudo como lo hacía mi madre
que consiguió que a mi padre lo imaginara un verdugo

El llegaba y te aseguro que se acababan las risas
Y en lugar de una caricia o hablarle como a un amigo
lo miraba compungido presintiendo una paliza
y el pobre que me entendía, sacudiendo la cabezaes
cuchaba con tristeza lo que mi madre decía

Y que él, y que él de sobra sabía
Que con éste no se puede,
que me pinta las paredes
que trajo las suelas rotas, que la calle, la pelota
que me saca canas verdes
¡a la cama sin cenar!

Aburrido me ordenaba
mi madre me consolaba y yo, yo lo culpaba a él
a él que había llegado recién de trabajar, cansado
y ya lo había yo amargado con todas mis travesuras

Los hijos nunca analizan el sentimiento del padre
porque el brillo de la madre es tan fuerte que lo eclipsa
sólo le hacemos justicia cuando nos toca vivira nosotros su problema

ay!, si mi padre viviera ¡que recién lo comprendi!
Y porque nunca me dijo lo mucho que me quería
Si hoy yo sé cuanto sufría al ver enfermo a su hijo
Porque me miraba fijo el primer pantalón largo
Y sé, y sé que, hasta me habrá besado cuando yo
estaba dormido

Hoy que todo lo comprendo
Por qué no estás a mi lado
Porqué no estás ahora para besarte bien fuerte Viejo lindo
Y ofrecerte mi cariño a todas horas
Ves a tu hijo que llora, pero llora con razón!
Porque te pide perdón pensando en aquellos días
En que ciego no veía que eras puro corazón
Déjame negra! que llore! es tan lindo desahogarse!

En fin, veamos… veamos que hacen nuestros
Futuros señores. Mira esos pantalones
Tápale un poco a la nena
Si, si ya sé, no me lo digas
Hoy se fué a la calle sola
Acuéstate rezongona, mañana…
mañana será otro día.



Espero que todos puedan pasar un Feliz dia del padre en compañia de sus papas o sus hijos segun sea el caso.

Un beso a mi papa TE AMO.

viernes, 1 de junio de 2007

Feliz dia de las madres





AMOR DE MADRE de Joaquín Dicenta


Te adoro mi bien,decía


lleno de insensato ardor


un hombre a su amada un día


y la mujer se reía del amante y del amor.


¿Qué prueba te daré bastante,


le decía el tierno amante,


para hacerte creer en mí?


y agregaba suplicante:¿ qué quieres?,


por ti haré cuanto me cuadre;


con el nombre de mi padre


mi existencia te daré,


¿o quieres que abone mi fe,


con las joyas de mi madre?


Con desdeñosa sonrisa


miraba el hombre la hermosa


y su afán le aguijoneaba.


Y con su voz espantosa,


pero dulce y cariñosa


le dijo: Quiero probar tu pasión.


¿Qué quieres?, dijo el hombre.


¡ De tu madre el corazón!


Como si escuchado hubiera


el rugido de una fiera


un grito dio el hijo herido


y a su vez lanzó un gemido


que horrorizó a la pantera.


La hermosa criminal


de la lucha se apercibió


y del poder se armó


de su belleza infernal.


Soltó sus sedosos cabellos,


tan diabólicos como bellos,


brillar hizo en su mirada


luminosos resplandores,


y en la boca perfumadade


besos embriagadores.


Mas cuando quiso llegar


a la hermosa, lleno de pasión,


ella con voz espantosa,


pero dulce y cariñosa,


le dijo otra vez:


¿Y el corazón?


En el alma del doncel


lucharon el bien y el mal,


mas, vencido aquél


hízose el hombre un chacal,


y con ese paso veloz


que nos lleva siempre al delito,


fuese el hijo aquel tras la voz


de su impuro amor maldito.


Dormida la madre estaba


en pobre y triste aposento,


todavía brillaba una oración


en su aliento,


quizás si esta soñaba


la buena y santa mujer


con el hijo que venía;


débil luz derramaba una lamparilla,


luz que encendió la ternura


de un cariñoso amor maternal


de ese que buscar procura


sombra para su puñal.


Acercóse al santo lecho


a tientas buscóle el pecho


que fuente fue de su vida.


Se oyó un gemido, un extraño ruido


como el que causa la garra


del león enfurecido


que carne viva desgarra;


después se escuchaba


la respiración que ahogaba


a aquel hijo criminal,


y la sangre que goteaba


de la punta de un puñal;


guardó el hijo el corazón


de esa madre asesinada


y enceguecido de pasión


corrió a llevarlo a su amada.


Aguijoneado corrió


por la fiebre y el deseo,


pero al llegar tropezó


y por el suelo rodó


con su espantoso trofeo.


Y al dar en el pavimento


ese ensangrentado lío


murmuró con tierno acento:


¿Te has hecho daño, hijo mío?



Bueno ya se que casi casi y ya paso un mes, pero no había podido actualizar, en todo caso espero que hayan estado con sus mamas y le demuestren todos los días su amor y cariño.



Yo Pase muy bien mi 3er año como mama :)